Arbol de la vida
Mira que te has de morir,
Mira que no sabes cuándo
Mira que te mira Dios,
Mira que te está mirando.
Hay en Salamanca una pintura que avisaba a las gentes de su tiempo de que iban a morir (obviamente) y que sus actos estaban siendo contabilizados para dar cuenta de ellos en el juicio. Excesos, embriaguez, comilonas, fornicaciones, deseos... De todo se ha de dar cuenta antes o después, cuando la muerte termine de talar el árbol y el diablo lo arroje a las llamas.
Ese cuadro siempre me impresionó, y he tenido a bien interpretarlo y traerlo a nuestros días para recordarme (y recordarnos) de que mira que has de morir y que no sabes cuándo.
Mira que no sabes cuándo
Mira que te mira Dios,
Mira que te está mirando.
Hay en Salamanca una pintura que avisaba a las gentes de su tiempo de que iban a morir (obviamente) y que sus actos estaban siendo contabilizados para dar cuenta de ellos en el juicio. Excesos, embriaguez, comilonas, fornicaciones, deseos... De todo se ha de dar cuenta antes o después, cuando la muerte termine de talar el árbol y el diablo lo arroje a las llamas.
Ese cuadro siempre me impresionó, y he tenido a bien interpretarlo y traerlo a nuestros días para recordarme (y recordarnos) de que mira que has de morir y que no sabes cuándo.